jueves, 10 de octubre de 2013

Miedo a la lucha

(fuente: orcajohumor.blogspot.com)

Sinceramente no sé como serán los otros gremios pero conozco al mío y puedo afirmar y afirmo que le da  miedo luchar. Los maestros solemos hacer un ejercicio constante, la terapia en grupo. Nos juntamos dos o tres alrededor de una mesa y empezamos a contar las mil y una desgracias que rodean nuestra profesión, que si esto por aquí, que si esto por allá, que si así no se puede, que si es injusto, que si se debería hacer así o asá... mil y una retahílas que quedan ahí, en esa mesa.

Aunque hay muchos, muchísimos, que tienen claro que su función va más allá de la estrictamente curricular y son consciente de la importancia de su papel en esta sociedad, parece que no terminan de arrancar con eso de las luchas. Unirse, hacer piña, y dejar claro nuestras intenciones, que no suelen ser otras que desarrollar nuestro labor con las mejores de las condiciones y con la mayor de las calidades, y lo quieran reconocer o no, pero eso siempre implica más presupuesto, más profesionales, más recursos y menos ratios.

En este mes he visto las dos caras de la moneda. Por un lado la unión de todo el profesorado balear para rechazar unas medidas educativas que creen mermar las condiciones de aprendizaje, no hablan de condiciones laborales y/o retribuciones económicas, están luchando por eso que hace tanta falta, una educación de calidad (no de cantidad). Nada más y nada menos que quince días de huelga continua y además a principio de curso. Más de medio sueldo que se ha quedado en el bolsillo calentito de la Administración pero con todo el apoyo de la comunidad escolar y social.

Por otro lado, y más cerca de casa, nos encontramos con los cambios de forma generalizada producidos principalmente en los institutos de nuestra comunidad, en donde se han visto revocados los vistos buenos establecidos en junio en cuento a la previsión de grupos, horarios y personal para el presente curso escolar.  Estamos hablando de que en la organización entregada a la consejería de educación tras el periodo de matriculaciones se ve mermada por la supresión de grupos que en un principio se habían aprobado.
¿Qué supone esa medida? Menos grupos, por lo tanto más hacinamiento de alumnos por clase, incluso saltándose a la torera la normativa que regula la atención a la diversidad, ampliación de horarios del profesorado por encima de lo establecido por ley, eliminación de profesorado en plantilla al tener el resto que asumir sus horas, más descontecto, más frustración, más dificultades a la ya extensa lista de carencias del sistema educativo, en general, y el canario, en particular.

¿Y ante esa situación qué se hace? Algunos centros lo han puesto en conocimiento de su comunidad por medio de comunidados, otros han entregado una instancia general denunciado los hechos, otros extienden sus contactos y hablan con los medios de comunicación voz en off y unos cuantos lo lanzan en sus blogs o perfiles educativos en esta era cibernética pero...el resto, tiene miedo a la lucha.

Miedo a perder poder adquisitivo, miedo a cambios obligatorios de destino, miedo a poner su cara como estandarte, miedo de que sus otros compañeros se queden de brazos cruzados, miedo a ser señalado con el dedo, miedo al cambio, miedo al fin y al cabo, de que todo lo que era su vida hasta ahora pueda cambiar sin tener en cuenta que tal vez, sea para mejor.

Acabamos de comenzar el curso escolar y seguimos como siempre, alrededor de una mesa compartiendo nuestras penas.

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