lunes, 19 de septiembre de 2011

Un equipo educativo de Mundial

(fuente:juegalaroja.com)

Que orgullosos nos sentimos los españoles (futboleros o no) de que España sea de Mundial. Estupendo pero... ¿alguien ha pensado cómo se ha conseguido? ¿qué es lo que se ha tenido en cuenta para alcanzar ese objetivo?
Creo que muchos Equipos Directivos deberían fijarse un poco en el cómo y en el qué.

1. Un concepto común
Si analizamos un poco a esta selección nos damos cuenta de que todos, TODOS, tenían claro una cosa: querían ganar el Mundial. Nadie dudaba de esa idea, nadie pensaba que era mejor quedarse en casa y ver la tele.
Los Centros Escolares en general y el Equipo Directivo en particular debería tener claro, bien claro que es lo que quiere lograr con su equipo, el Educativo, y para ello debe partir de un concepto común de educación. Un concepto que deben tener claro y ser capaces de transmitir a sus compañeros, los docentes. Un concepto que debe ser entendido, comprendido y concensuado sino comenzarán a existir fisuras que poco a poco irán en aumento, rompiendo el concepto de equipo que debe existir en los centros.

2. Un entrenador capaz de escuchar
Del Bosque parece un señor tranquilo y sosegado y nadie se queja. Es un entrenador que DEBE y SABE escuchar a sus jugadores. Sería de estúpidos no hacerlo cuando son ellos quienes llevan la peor carga, la de marcar goles y ganar el partido.
Un Equipo Directivo que no escucha a sus profesores alcanzará nada más que la mediocridad. Pues ignora, vapulea y ningunea a sus "jugadores" esos que cada día son los encargados de dar lecciones, elaborar exámenes, alcanzar objetivos y mejorar los rendimientos del centro. Qué perdida de tiempo, que planteamiento más absurdo ¿verdad? Lo triste es que no estoy descubriendo nada nuevo aunque no se aplique en la mayoría de los centros escolares.

3. Establecer un objetivo para todos
Desde el portero hasta el delantero tenían claro qué querían. El objetivo eso sí, fue graduándose según se iba avanzando en la clasificación. Sería de soberbios pensar que era cuestión de llegar y besar al santo.
Algo muy parecido deberían hacer los Equipos Directivos establecer objetivos anuales, claros, concisos y ajustados a la realidad. No se puede construir una casa por el tejado porque íbamos a hacerlo con un colegio. Si lo prioritario es atender las necesidades alimentarias del alumnado hagámoslo ya tendremos tiempo de pedir las pizarras digitales. Si lo prioritario es mejorar la involucración y concepto de los padres de la escuela, hagámoslo ya tendremos tiempo de mejorar los resultados académicos. Vayamos paso a paso, pero vayamos. No se consigue ver el mar si no se va hasta la orilla.

4. Respetar las diferencias de cada uno y resaltar sus puntos fuertes
Del Bosque tenía entre sus manos a un equipo muy dispar. Todos eran distintos, todos tenían un carácter diferente, todos tenían una forma de jugar que debía ser moldeada para encajar en el puzzle. No los hizo cambiar, les gustaba como eran, pero necesitaba que sacaran a flote sus puntos fuertes y supieran ponerlo a disposición del equipo.
El Equipo Directivo que sepa hacer lo mismo en su centro, tendrá todas las de ganar. Obtendrá resultados, habrá un clima de trabajo, se generará una sinergia capaz de mover montañas. Pues no hay nada más gratificador que te reconozcan y te aprecien por como eres. El valor emocional no puede ser olvidado pues se consigue más con una sonrisa que con un garrote.

5. Trabajar, trabajar y trabajar en pos de lo que se desea
Los chicos del Mundial entrenaron, entrenaron y entrenaron. Se dejaban la piel en cada partido y sino que se lo pregunten a Piqué o a Xavi Alonso. No hace falta que nos vayamos dando patadas o abriéndonos la ceja constantemente pero un Equipo Educativo que se precie debe trabajar, trabajar y trabajar. No solo porque con ello justifica su sueldo, sino porque si todos compartimos el mismo concepto de educación, partimos de una misma realidad, establecimos unos objetivos entre todos, nos sentimos apreciados y valorados no tiene sentido que nos quedamos de brazos cruzados o dejando que otros hagan lo que nosotros debemos hacer.

6. No dejar las cosas a la suerte
La suerte es fruto del azar. El azar no depende de nosotros. Si dejáramos todo al azar el mundo se acabaría mañana. No creo que la Selección Española quisiera dejar sus posibilidades de ganar un Mundial en una mera posibilidad del azar. ¿Por qué debería un centro educativo hacerlo?

7. Sentirse orgulloso de lo que uno hace o ha podido hacer
Un Equipo Directivo que hace todo lo que he comentado no tendrá más remedio que sentirse así. Igual que los jugadores pues han formado parte de algo muy grande, hay ofrecido todo lo que tenían, han dado lo mejor de sí mismos, lo han intentado y aunque en ocasiones, no es suficiente, no pueden decir que han sido derrotados. No sería de justicia.

1 comentario:

Blen dijo...

Y existen, yo he tenido la suerte de trabajar con uno. Así que no me vengan que es una utopía.