Estoy sentada en el sofá, con el ordenador encendido, descansando de la jornada lluviosa de hoy y rememoro lo sucedido en el día. Mientras, hago lo de siempre, miro el correo, leo noticias y... me topo con este titular:
"Condenan a varios meses de trabajos sociales a los agresores de las niñas de Loeches"(pinchar para ver noticia) como me quedo sin saber dato (debo vivir en el limbo porque de esto no me había enterado) me da por buscar la noticia original... y claro me llevo las manos a la cabeza.
¿Cómo unos menores les da por acosar SEXUALMENTE a otros menores? ¿cómo surge la idea de que para divertirse hay que vejar al otro? ¿quién piensa que es correcto hacer ese tipo de cosas? sólo se me ocurre una respuesta: aquel que padece un trastorno.
Llámese trastorno por no entender los límites del bien y del mal (sin grandes dosis de teología), llámese trastorno por entender el dolor como juego, llámese trastorno por actuar como animales en manada...
¿En qué sociedad vivimos? ¿qué padres no reaccionan ante los actos de sus hijos? ¿qué sistema de valores estamos fomentando? ¿acaso vivimos ciegos, sordos y mudos?
Debo ser la única que se da cuenta de esas cosas, debo ser la única que mira y pretende llamar la atención, debo ser la única que se pregunta dónde están las sentencias que añadan tratamientos psicológicos obligatorios.
No lo entiendo, no entiendo como unos padres pueden justificar las atrocidades de sus hijos.
No lo entiendo, no entiendo como no ponen remedio a un problema.
No lo entiendo, no entiendo como esos delincuentes siguen compartiendo espacio con la víctima (no solo por ella, sino porque al estar aún juntos se creen fuertes, valientes, con poder.. me recuerdan a las hienas)
No lo entiendo, no entiendo como se ve cada día pequeños conatos en los ies y nadie haga nada.
No lo entiendo, no entiendo como no se busca soluciones efectivas y reales a la sociedad de hoy.
No lo entiendo, no entiendo en que parte del espacio-tiempo estos pre-adolescentes y adolescentes se han perdido.
Parece que solo reaccionamos ante la muerte, ante los "Rafitas" y las Sandras Palo. ¿Acaso hay que esperar a ese momento?
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